sábado, 28 de diciembre de 2013

20 years of NAFTA


(Contenido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX)

La dependencia de México a la economía de Estados Unidos ha vulnerado al país, en 20 años del TLCAN

Por Andrea Sosa Cabrios

Ciudad de México, 28 de diciembre (SinEmbargo/dpa).– Hace 20 años y después de sortear fuertes resistencias, Estados Unidos, México y Canadá se lanzaron juntos a la aventura del libre comercio con un acuerdo pionero que, por primera vez, unió a dos economías industrializadas con una en desarrollo.El 1 de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés), que creaba la mayor área de libre comercio del mundo de ese momento e introducía aspectos novedosos como la protección de inversiones y mecanismos de resolución de controversias.Dos décadas más tarde, el éxito en materia comercial es evidente, aunque hubo ganadores y perdedores y los socios ahora tienen el interés puesto en otras partes del mundo como Asia-Pacífico y la Unión Europea (UE). 


martes, 3 de diciembre de 2013

What We’ve Learned From NAFTA




As the 20th anniversary of the North American Free Trade Agreement approaches, U.S. representatives are negotiating a trans-Pacific trade arrangement that could have even greater impact. Can our experience with Nafta provide lessons on what we should emulate or avoid in the latest trade agreement? Has Nafta proved to be a success that the United States should try to replicate more widely or the type of trade agreement that should be avoided in the future?

lunes, 2 de diciembre de 2013

Deportados: el regreso a la tierra que ya no se reconoce





“El retorno no se lo deseo a nadie”, dice Eduardo Arenas con una sonrisa amarga. Hace lo posible por hablar del tema con humor, pero al recordar la forma en que fue “aventado” -literalmente- de Estados Unidos, en la voz se le mezclan de pronto el enojo, la tristeza y la nostalgia.

Del otro lado del río Bravo, don Eduardo dejó todo lo que nunca pudo crear en esta orilla: trabajo digno, familia, una casa propia. Por eso, a sus 50 años de edad no se resigna a quedarse en el país donde nació, pero que hoy lo enferma y lo rechaza.

Como él, decenas de miles de mexicanos indocumentados han sufrido la expulsión de un territorio donde ya habían hecho toda su vida. Sin contactos, sin amigos, sin dinero, de repente se ven en una tierra que ya no reconocen y a donde no tenían pensado volver.

“Aquí ya no puedo vivir”